De Despedido a Fundador: Cómo Construí 23 Sitios Web y Vendí Uno por $4.300
En 2021, fui despedido de mi trabajo como ingeniero de software, y fue un punto de inflexión en mi vida. Decidí trabajar por mi cuenta y construir mis propios sitios web. Hoy, he construido 23 sitios web, y estoy emocionado de compartir mi viaje con ustedes.
De Estado de Ánimo a Película
Después de ser despedido, construí mi primer sitio web, Mood to Movie, una aplicación de recomendación de películas basada en tu estado de ánimo. Fue una idea simple, pero se volvió viral, y obtuve 100.000 visitantes. No lo moneticé, pero fue una gran experiencia.
Rastreador de Hábitos
Mi siguiente proyecto fue un rastreador de hábitos, donde los usuarios podían rastrear sus hábitos y cultivar un jardín virtual. Lo puse a un precio de $9 por mes o $54 por año, y generó algunos ingresos. Logré obtener 14.000 usuarios en la aplicación, y las gráficas de tráfico parecían prometedoras.
Bot de Facebook Messenger
Construí un bot de Facebook Messenger que ayudaba a los negocios de escape room a interactuar con sus clientes. Generé más de $69.000 en ingresos, y fue un gran éxito. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 acabó con el negocio, y lo abandoné.
Widget de Juego
Creé un nuevo producto llamado Game Widget, un juego que los usuarios podían jugar en un sitio web. Era similar al bot de Facebook Messenger, pero no se dirigía específicamente a salas de escape. Me costó conseguir clientes, y el producto no funcionó bien. Finalmente lo vendí por $4.300, lo cual fue una sorpresa.
Lecciones Aprendidas
A lo largo de mi viaje, aprendí algunas lecciones valiosas. Me di cuenta de que construir productos sin un mercado objetivo claro es una receta para el desastre. También aprendí que es esencial concentrarse en la parte más importante del desarrollo web y comprender los fundamentos de la programación.
Conclusión
En conclusión, ser despedido fue lo mejor que me pasó. Me obligó a tomar medidas y construir mis propios sitios web. Estoy orgulloso de lo que he logrado, y espero que mi historia los inspire a tomar medidas y comenzar a construir sus propios productos. ¡No tengan miedo de lanzarlo!